Jesús Landeros y Joacabeth Amador, fueron ejecutados por sujetos armados en la ciudad de Agua Dulce, dejaron en la orfandad a un bebé de apenas unos cuántos meses.
De acuerdo al relato de los hechos ocurridos alrededor de las ocho de la noche, los vecinos de calle Benito Juárez, colonia Obrera, oyeron varias detonaciones, el ruido que provoca una aparatosa caída de moto y luego el rugir de un motor.
Nadie de los vecinos quiso salir, pero al ser zona céntrica, a corta distancia de la Comandancia de Seguridad Pública, de inmediato corrió la noticia.
Los policías llegaron para acordonar el área, cuando de los asesinos ya habían ni luces, para posteriormente arribar el personal de la Fiscalía, entre detectives y peritos forenses.
Trasciende que el joven tenía alrededor de 23 años de edad y ella, unos 17 años.
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