Circula el clip en el que la mujer cuenta con voz aguda que le hicieron creer que era oxígeno lo que le vendían era helio.
Aunque esta historia parecería divertida, en realidad demuestra que los delincuentes no se tientan el corazón ante la pandemia.
Y es que el negocio de la venta de tanques de oxígeno ha traído diversas estafas y robos que no solo quitan el dinero a los afectados sino también dañan más la salud.
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