Los agentes federales atraparon a los migrantes en el Ejido San Nicolás Lagartero, a 10 minutos de Tapachula, quienes habían ingresado sobre el río Suchiate a la altura de Frontera Hidalgo, desde donde caminaron varios kilómetros durante la madrugada.
En el grupo había cerca de 400 migrantes que habían cruzado entre matorrales y caminos para evitar a las autoridades. Sin embargo, unos 20 vehículos de las autoridades migratorias, cuatro autobuses del Ejército y equipo motorizado del INM ya los esperaban.
La detención ocurre en el contexto de un flujo migratorio histórico, con 147 mil migrantes irregulares detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020. Además, luego de críticas de defensores de derechos humanos y organismos internacionales en las últimas semanas, por las imágenes que circulan de las agresiones de los agentes federales, quienes han disuelto de manera violenta varias caravanas migrantes en Chiapas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador argumentó la semana pasada que las detenciones masivas se realizan “para cuidar a los migrantes” porque “dejarlos que transiten por todo el país, sin ninguna protección, es muy riesgoso”.
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